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martes, 6 de octubre de 2015

De las aguas negras... a las aguas de vida.

Yo conozco lo que es estar dentro de las aguas negras, no reales, pero se lo que es estar dentro de aguas negras espirituales. Estar sin Dios es como estar dentro de un pantano, sin poder mirar a donde vas, encharcado, lleno de lodo negro y rodeado de podredumbre. 

En ese pantano no hay esperanza, crees que quedaras atrapado en el para siempre, sientes que no hay salida alguna para tu vida y, en cada charco de lodo en el cual pisas, crees que nunca podras salir de alli. Alli solo hay arenas movedizas, rios malolientes, podredumbre, desesperanza, dolor, angustia, remordimiento, tristeza, desesperacion, soledad, oscuridad, desasosiego, crees que nadie ni nada podra sacarte de alli.

Pero hay uno que es un salvavidas, hay uno que es guia en medio de el pantano, es uno que es la soga que te saca del sequedal, que te saca de la trampa de arena en la cual nos encontramos, y es un aliado que nos anima a no desfallecer, ese es Jesus, ese es Cristo, ese es Dios. Si estas en esa trampa de arena, en ese desierto que parece interminable, Cristo es la salida al laberinto de tu corazon.


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