El mundo nos toma por locos, no toma por freneticos y fanaticos, pero, sinceramente, somos aquella luz, tenue, que disipa las tinieblas, somos aquella llama que se va engrandeciendo hasta formar un gran fuego que inunda todo de luz.
Pero, prosiguiendo, cuando tenemos un acercamiento a Dios, por medio de el aceptar a Cristo como Señor y Salvador de nuestras vidas, se nos da el permiso de entrar a los atrios del templo, a esto se llama un leve calentamiento espiritual.
Supongamos que midieramos la temperatura de tu espiritu, ¿a que temperatura estuviera?, tambien llamada estatura espiritual o nivel espiritual, nuestra meta es llegar a ser igual al Varon Perfecto, que es Jesucristo, asi esta dividido el templo, en niveles, como dije, no se nos permitia entrar, pero, a medida de que nos vamos haciendo mejores cristianos, asi vamos escalando niveles espirituales, asi vamos entrando a nuevos niveles en el templo de Dios.
Ahora, cuando eceptamos a Cristo, se nos da la oportunidad de entrar al Atrio Exterior, que es un patio que está alrededor del templo. Primero está el muro que lo rodea y luego cuando se entra está este patio amplio a todo derredor del templo. Esto nos quiere decir que entramos a su gracia, pero todavia no estamos rodeados de su gloria, todavia no estamos cerca de ella.
Despues, cuando escalamos otro nivel espiritual, entramos a lo que se llama el Atrio Interior, no es mas que un espacio que alrededor era amurallado, este, en tiempo de nuestro Señor, se dividia en dos, el atrio de las mujeres y el atrio de Israel, al cual solamente podian entrar judios varones. En estos tiempos, gracias a la venida de Cristo, a su muerte y a su resurreccion, ahora en este atrio no hay division, pero no todos pueden entrar.
Despues de este sitio, estaba el altar, El Altar que se encontraba delante del Lugar Santo (Éx 27.1–8) y el Altar de incienso dentro del mismo (Éx 30.1–10) tenían «cuernos». Estos cumplían funciones vitales en algunas ofrendas (Lv 4.30; 16.18). Por ejemplo, el animal sacrificial se ataba a estos cuernos de modo que se desangrara completamente (Sal 118.27). Pero a este lugar no todos podian entrar, ya que estaba en un lugar reservado para los sacerdotes. Para poder entrar aqui, tenias que traer un sacrificio, carnero, buey, oveja, cordero, tenia que ser sin mancha, porque Dios exigia pureza en los sacrificios. Nosotros, hoy en dia, gracias al sacrificio perfecto de Cristo, no tenemos que sacrificar animales para agradar a Dios, sino, que dia a dia nuestra vida, en sacrificio de alabanza a Dios, ella sea un sacrificio.
Y, dentro del santuario, esta el Lugar Santisimo, donde reposaba la gloria de Dios, ahora, esa gloria reposa en cada uno de nosotros, gracias a Jesus, pero, para entrar al Lugar Santisimo, el sumo sacerdote, tenia que estar en santidad, en pureza, porque si entraba con una mancha de pecado, Dios lo fulminaba. Hoy podemos entrar en la presencia del Señor, porque Dios dio a Cristo para remision de nuestros pecados, pero para sentir su presencia, tenemos que estar en santidad.
Si quieres pasar de la puerta al Lugar Santisimo, solo da el primer paso, acepta a Cristo, no te arrepentiras.
Dios te bendiga.
Param Ramirez
paramramirez@gmai.com
