Hace tiempo que la tomé... Pero ahora estoy dispuesto a todo!, se decía Salazar Mancebo en su mente, ya lo tengo todo listo, hasta una carta le he escrito a mis padres y espero que lo tomen con buena cara.
Ya no hay marcha atrás, se que ha sido dificil llegar hasta éste punto, mi vida cambiará... Hoy... Moriré.
Salazar abrió la puerta de su casa y se dirigió hacia la iglesia... Allí le esperaba su verdugo, aquel hombre alto, de ojos marrones profundos y de intensa mirada. Lo repasó de arriba hacia abajo sin dejar de mirar ni un solo centímetro de su escualido talaje.
¿Estás listo?, le preguntó, si... Claro, le dijo Salazar, estaba decidido a hacerlo y no había vuelta a atrás. Caminaron por un sendero que llevaba hacia un río que, aunque no era profundo, podía ahogar a alguien.
Alguien iba a morir...
Quitate los zapatos y solo dejame hacer lo que tengo que hacer, le dijo aquel intimidante hombre de aspecto atemorizante. Salazar pudo haber escapado de su destino, pero no lo hizo, porque él lo habia decidido hace mucho tiempo.
Llegó la hora, le dijo el hombre cual parca que viene a llevarse a alguien. Estaban en lo profundo del rio... De pronto... Salazar fue sumergido en las aguas, ese instante fue como mil horas y sólo pudo sentir el agua en su cuerpo y en todo su ser. En ese momento...
Alguien había muerto... Salazar había muerto.
Cuando estaba debajo de las aguas, todo el tiempo transcurrió más lento, vió su vida pasar delante de sus ojos, cuando de pequeño su padre le daba correazos sin explicación, cuando su madre lloraba en la cocina a escondidas de él y sus hermanos porque su padre abusaba psicologicamente de su madre, cuando sus hermanitos se escondían cuando escuchaban las discuciones de sus padres por cualquier cosa, el abandono de su papá a causa de las infidelidades de este... las burlas de sus compañeros de escuela, los golpes constantes, los regaños de la maestra por el bajo rendimiento, el intento de suicidio en más de 2 ocaciones, aquella voz que le decía "no lo hagas".
En esas aguas quedó aquél Salazar que iba derrotado por la vida, aquello no era otro intento de suicidio, aquello era la muerte de aquel viejo hombre que vivia dentro de Salazar y el nuevo resurgir en Cristo Jesús.
Hacía tiempo que Salazar había encontrado sus respuestas, pero tenía una decisión que tomó por encima de todo, él vivía en una casa donde se practicaba la religión tradicional, esos ritos a Salazar les incomodaba desde hacía mucho tiempo, cuando su tía lo invitó a la iglesia y en un culto aceptó a Jesús en su corazón, alli Salazar tuvo sus primeros amigos en la vida.
"Eso sólo lo hace Dios" se dijo Salazar cuando su tía lo abrazó al salir de las aguas, fue bautizado, allí quedó el viejo Salazar, de allí salió una nueva críatura.